Mucha gente conoce a Melchior por ser uno de los propietarios del restaurante ibicenco tan popular Nagai. Pero el viaje desde su infancia en Ibiza hasta donde está ahora ha sido cualquier cosa menos una línea recta, ha sido más parecido a las aventuras del épico relato griego de Homero, La Odisea. Esta historia clásica nos lleva al asombroso viaje de Odiseo, en su intento por regresar a su hogar tras la guerra de Troya y que durante muchos años viajó por todo el mundo antiguo, superando las adversidades con firme determinación. Melchior también ha seguido un largo y tortuoso camino en pos de sus sueños, primero en el mundo del deporte como futbolista profesional, y ahora en su deseo de comprender y disfrutar la vida a un nivel más profundo.

La odisea de Melchior empezó mucho antes de que pudiera tomar sus propias decisiones al respecto. Sus padres eran buscadores de alternativas que se conocieron en Haight-Ashbury, el epicentro de la era "hippie" en San Francisco. Nació en 1972 y le pusieron un nombre que significa "Rey de la Luz", todo un título. Mientras Melchior crecía, la familia se mudó y vivió en muchos lugares interesantes: San Francisco, Sudamérica, Ibiza y Goa (India). En cada parada, se sumergía en la magia de culturas diferentes y en la libertad de un estilo de vida alternativo. A los diez años volvieron a Ibiza durante siete años, y luego a San Francisco, donde Melchior terminó sus estudios. 

En ese momento ya era un joven preparado para seguir su propio camino. Había experimentado una increíble variedad de culturas y formas de vida, pero el sueño que más brillaba en su conciencia era el FÚTBOL. Melchior siempre había sido un atleta excelente, pero de tanto mudarse y viajar no había recibido mucho entrenamiento formal. Las probabilidades de convertirse en futbolista profesional estaban en su contra, pero su férrea determinación de triunfar fue el comienzo de su siguiente odisea. Empezó en Bolivia, en la Academia de Fútbol Tahuichi, donde se habían formado muchos campeones. Melchior se abrió camino hasta un nivel que sentó las bases de su carrera profesional como jugador y entrenador, que se extendió por todo el mundo con escalas en Ibiza, Cataluña, Suiza, Grecia y, por último, Corea del Sur. Allá donde iba, marcaba goles, hacía amigos y aprendía idiomas (ahora habla 8 con mayor o menor fluidez).

En 2009, Melchior regresó a Ibiza para seguir su vida después del fútbol. Pronto conectó con Eleonora y Reina, que tenían experiencia en el negocio de la restauración: u0na es una chef increíble y la otra una creativa diseñadora y organizadora. Melchior fue la última pieza del puzzle, y juntos abrieron Nagai en 2011. La sinergia de estas tres personas de talento es lo que ha hecho que Nagai tenga tanto éxito. La magnífica comida y la decoración están bellamente realzadas por la música, el arte, el color y un ambiente armonioso que se hace eco de la verdadera esencia de Ibiza. Dirigir un restaurante requiere mucha energía, pero Melchior aún tiene tiempo para dedicarse a sus otras pasiones.

Recuerda que durante toda su infancia, los lugares donde vivió y la gente que le rodeaba se basaban en formas alternativas de ser, pensar y vivir. Su madre practicaba la astrología, la numerología y el I Ching. Estas experiencias formativas siempre formaron parte de Melchior mientras viajaba por el mundo persiguiendo su sueño de alcanzar el estrellato en el fútbol. Por el camino reavivó su profunda conexión con los misterios y la magia de vivir conscientemente, y así comenzó una odisea más profunda.

 Con esa típica determinación que le caracteriza, aprovechó todas las oportunidades para estudiar todos los aspectos de la mente, el cuerpo y el espíritu: psicología, kinesiología, medicina cuántica, alquimia druídica, curación natural y mucho más. Viajó a eventos donde podía aprender de los maestros de la vida consciente, y ver cómo utilizar este conocimiento para ayudar a los demás. Melchior ahora ofrece sesiones personales en lo que él llama "Alquimia Cuántica" para ayudar a la gente a sentir la alegría, la luz y la vitalidad, que es su verdadera naturaleza. También preside maravillosas ceremonias de boda y realiza vídeos cortos inspiradores que cuelga en Instagram. Su odisea de descubrimiento personal le ha traído a casa, a Ibiza, donde sigue evolucionando como una presencia positiva en todas las vidas que toca.