Una de las muchas alegrías de vivir en Ibiza es nuestro maravilloso clima, y es que aquí la primavera llega pronto, así que mientras la mayor parte de Europa sigue atrapada en el frío gris del invierno, nosotros disfrutamos del calor del sol y de la belleza de la naturaleza que florece a nuestro alrededor. Es el momento de plantar nuestros jardines y prepararlos para la larga temporada de vida al aire libre: un jardín bien cuidado aporta estilo, gracia y belleza natural al hogar, tanto si se trata de una gran extensión como de unas pocas plantas que aporten vida y color. 

La elección de plantas y flores es un elemento esencial para crear la sensación deseada en un jardín. Se pueden mezclar hermosas flores que florecen en distintas épocas del año con hierbas aromáticas como la lavanda, el romero, la menta y el tomillo. Por otro lado, las buganvillas, los hibiscos y las glorias de la mañana son plantas más grandes y muy vistosas. Tanto si vas a crear un jardín completamente nuevo como si te limitas a renovar y replantar uno ya existente, lo mejor es pedir consejo a un planificador de jardines o a tu centro de jardinería local, ellos te ayudarán con todos los elementos del diseño y elegirán las plantas que mejor se adapten a las distintas zonas del jardín.

Los que viven en pisos o tienen poco espacio pueden llevar la alegría de la naturaleza a sus casas con macetas de terracota de distintos tamaños y formas, así tendrán la oportunidad de tener varios tipos de plantas en un espacio reducido. Si tu casa tiene terraza o balcón, puedes cultivar plantas trepadoras, como uvas, o aromáticas enredaderas con flores en espalderas verticales de aspecto rústico. 

Por supuesto, plantar es sólo una parte de la preparación del jardín. También puede que haya llegado el momento de sustituir o reacondicionar los muebles exteriores que ya llevan años usándose, por ejemplo revisando los muebles de madera y ratán para ver si necesitan una nueva capa de laca para darles brillo y protegerlos. Incluso los muebles en buen estado pueden necesitar cojines nuevos, y es que dada nuestra abundancia de sol y la elevada humedad de las tardes, es mejor elegir tejidos de exterior que tengan las siguientes propiedades: resistencia a la decoloración, repelencia al agua y tratamiento antifúngico. El toque final para mejorar la experiencia sensorial de tu jardín puede ser una fuente de agua que salpique suavemente, una fuente con agua burbujeante, por ejemplo, aunque si ya tienes piscina esto no será necesario, pero será importante ponerla a punto para la primavera.

El mantenimiento de una piscina implica dos elementos básicos: limpieza periódica y mantenimiento del equilibrio químico del agua. Puedes hacer todo esto tú mismo o contratar a una empresa de mantenimiento de piscinas para que lo haga por ti con regularidad. La limpieza incluye aspirar el suelo de la piscina, lavar las paredes y mantener el sistema de filtrado para que funcione correctamente. En la mayoría de las piscinas, el agua se mantiene limpia añadiendo la cantidad adecuada de cloro y asegurándose de que el nivel de PH es correcto. El PH es un número que expresa la acidez o alcalinidad del agua. Se basa en una escala en la que 7 es completamente neutro; inferior a 7 significa que el agua es ácida, y superior a 7 indica que es más alcalina. Los niveles de tu piscina deben estar entre 7 y 7,4 para el pH (neutro o ligeramente alcalino), y entre 1,0 y 1,5 para el cloro.

Al fin y al cabo, tu jardín debe ser un reflejo de tu gusto personal y puedes crear esa sensación con diversos aspectos del diseño: los mosaicos dan un toque decorativo a paredes, mesas y macetas, los bancos de madera desgastada, las espalderas y quizá una puerta rústica contribuirán a crear ambiente. Contar con el asesoramiento de un profesional te ayudará a crear un espacio muy personal que te haga sentir a gusto.