EDICIÓN: Agosto - Octubre 2019

Iván Torres - Entre la tradición y la contemporaneidad

Por Diego Flores
Iván Torres con sus jóvenes 36 años, es un arquitecto reconocido y con una singular trayectoria profesional desplegada tanto en Ibiza como en el continente. Preside el Colegio de Arquitectos de la isla y desde su Estudio ya cuenta con más de cuarenta obras construidas en Ibiza. Su pasión por la construcción se relaciona con la intensidad con la que se vincula con su tierra y su historia. La familia de Iván vivió como agricultores en Ibiza durante mucho tiempo, pero en 1988 su padre, Pedro Torres, comenzó la empresa de construcción de la familia. Don Pedro Torres solía visitar sus obras por las mañanas, y cada vez que su hijo Iván no tenía escuela, lo acompañaba. El niño estaba asombrado mientras observaba el progreso del trabajo, y soñaba con construir casas él mismo. A partir de ese momento, Iván Torres nunca dudó de su vocación. Incluso de pequeño, ya era un arquitecto en su corazón.



Iván Torres se graduó en la Universidad de Barcelona en el año 2005 y un año después junto a su profesor de tesis y un compañero de estudios funda el Estudio ACT (Armani, Cogul, Torres) con sede en Barcelona y comienza a desarrollar proyectos en Milán, Piacenza, Barcelona e Ibiza. Los primeros años en el ejercicio de la profesión coinciden con el último tramo del boom inmobiliario, circunstancia que le permitió trabajar en proyectos de la más diversa escala. Para el año 2008, cuando entró en crisis el sector inmobiliario, el único mercado que permaneció al margen fue el de Ibiza. Disuelta la sociedad del estudio, Iván Torres regresa a Ibiza para fundar su estudio de arquitectura.

“...el pasado de mi familia, se pierde en el principio de los tiempos de este lugar maravilloso que conoció momentos de esplendor en su historia pero también de los otros. La isla tiene sus regiones y éstas sus micro climas sociales y culturales que suponen la identificación a partir del lenguaje, las tradiciones y las costumbres. La Ibiza profunda, aquella que emerge cuando nos adentramos en la Isla no es la misma que podemos encontrar en las costas...”


“Los lugares mandan, los paisajes determinan...”

Las casas de Iván Torres mantienen esa estructura de módulos que van componiendo una unidad que se relaciona con el terreno y sigue sus niveles y desniveles. La visión espacial del arquitecto se apoya en la tradición ibicenca para mantenerla y a la vez la actualiza con los toques técnicos y de diseño que la relacionan con nuestro tiempo actual.

“...cuando comenzamos a diseñar casas para construir en Ibiza lo hacemos con un profundo respeto por la tradición. Visitamos el terreno con el deseo de generar un diseño que pueda responder a los requisitos modernos de hoy, pero que de alguna manera todavía pueda relacionarse con la rica historia del lugar en sí. Los lugares mandan, los paisajes determinan el estilo y en consecuencia es importante trabajar a partir de ellos, con ellos y evitar generar conflictos entre nuestras intervenciones y el paisaje. A la vez está la historia, que en Ibiza es muy rica. Poner en valor todo lo precedente es necesario, incluso inevitable...”

Esta arquitectura vernácula es producto de los escasos recursos que ofrecía el lugar y entonces la necesidad impuso una lógica en la cual todo se relaciona entre sí y tiene un sentido.



“…La arquitectura ibicenca se basa en una actitud pragmática con respecto al paisaje como una respuesta natural al hecho histórico de que la producción de alimentos era la actividad principal. Se construía en aquellos lugares donde la tierra no era cultivable. La limpieza de la tierra que si podía cultivarse suministraba la piedra necesaria para los edificios que se levantaban sobre pedregales. Luego aparecen los troncos de sabina que se empleaban como vigas con lo cual el tiro o luz de la habitación estaba dado por el largo de los troncos con que se contara. Los muros para una casa de una planta solían contar con un ancho de medio metro, tal vez un poco más. Este ancho crecía en el caso de tratarse de un edificio de dos plantas y podía llegar hasta un metro o más. Luego está el proceso. Lo común era que se comenzara por una habitación destinada a guardar las herramientas del labrador y los alimentos. Al formarse la familia se iban agregando más habitaciones que se adosaban entre sí y cuando la cantidad de habitaciones lo hacía posible, se generaba un gran patio interior, un porche, destinado al trabajo con la producción del lugar. Luego el perímetro se cerraba totalmente. Los muros se construían con ‘argamasa’ y luego todas las superficies se pintaban con cal viva...” 

Actualmente Iván se encuentra en su segundo mandato como presidente del Colegio de Arquitectos de Ibiza y Formentera. En este rol, trata de influir en las decisiones sobre las normas de construcción y la promoción de los valores culturales que entiende necesario poner en valor.



“...los paisajes son determinantes. Y las intervenciones humanas también. La masificación de las megalópolis condicionan la vida del hombre determinando el ritmo de la vida de sus habitantes, en las pequeñas urbanizaciones no es así. El paisaje natural en Ibiza sufre una gran presión. Los inversores son muchos y muy poderosos. Y las regulaciones, creo que excesivas, han permitido controlar ese boom que inició a mediados de los años sesenta y que se mantiene hasta el día de hoy. Sin embargo, cada año se construyen unos 900.000 metros cuadrados y en relación a la extensión total del territorio es una cifra importante...”

La selección de las obras de Iván que ves en estas fotos tiene un denominador común, son casas que guardan en sus gestos de enorme valor plástico, el secreto de Ibiza. Un secreto que refleja contribuciones de los cartaginenses, romanos, musulmanes y cristianos… y desde el inicio de los tiempos.