EDICIÓN: Agosto - Octubre 2017

Haciendo las islas más inteligentes

Por Giada Forneris
Vivir en una isla como Ibiza aporta retos específicos que no se encuentran en las comunidades de la península. Se debatieron estos temas cuando representantes de gobiernos, instituciones, ONGs y el sector privado se reunieron en Mallorca para el primer Congreso Mundial de Smart Island. Allí se disertó sobre cómo usar la tecnología y la innovación para mejorar la vida de millones de personas que viven en las islas y que las visitan. Además, se centraron en el desarrollo de prácticas óptimas para la gestión de recursos con el objetivo de desarrollar un ecosistema y una industria de turismo más sostenible.



La UE define a las islas inteligentes como: «un territorio insular que se embarca en un camino más flexible, combinando la mitigación del cambio climático y los esfuerzos de adaptación. El objetivo es crear un desarrollo sostenible de la economía local y una alta calidad de vida para las poblaciones locales». La isla inteligente logra esto mediante la aplicación de soluciones integradas para la gestión de las infraestructuras, los recursos naturales y el medio ambiente en su conjunto. Este tipo de gestión es posible a través de los avances en tecnologías de información y comunicación (TIC) junto al uso de regímenes innovadores y socialmente inclusivos de gobernanza y financiación. El desarrollo y adopción de las mejores tecnologías disponibles en financias y en el sistema regulador puede ayudar a encontrar soluciones avanzadas a los retos ecológicos y sociológicos modernos. Se cree que las islas pueden contribuir en gran medida en proporcionar la política general de la UE de cambio progresivo, convirtiéndose en laboratorios de innovación. Islas como Ibiza, con su singular insularidad, proporcionan plataformas para iniciativas piloto sobre transiciones claras que pueden servir como modelos para otros lugares.



El proyecto de Smart Island incluye áreas clave como: accesibilidad, desestacionalización del turismo, conservación de la naturaleza, interconexión con otras islas, economía, tecnología y cooperación global. España tiene una experiencia significativa de territorios insulares interconectados con sus Islas Canarias y las Islas Baleares, llevando a cabo proyectos a varias escalas durante muchos años. Las Islas Baleares, en particular, con sus 15 millones de visitantes anuales (Brasil recibe 8 millones cada año) ahora han abrazado este desafío. Con la iniciativa de Smart Mallorca, la región quiere fomentar una gestión más inteligente de los asuntos públicos. Un ejemplo es la compañía Tirme, que desde 1992 gestiona los residuos urbanos de la isla con gran énfasis en crear una economía circular. Su objetivo es alcanzar lo más pronto posible metas de vertido cero, a través del reciclaje y la utilización de los residuos para producir energía. Junto a la preservación del entorno natural y de la belleza del paisaje de la isla, este programa también favorece la obtención de productos derivados del medio ambiente, que incluyen compost y energía verde. Su gestión de residuos actualmente alcanza el 25% de los residuos, el objetivo es llegar al 50% para 2020.



La energía es otra parte importante de Smart Mallorca. La demanda actual de energía en las Islas Baleares está cubierta por: solar 2,6%, residuos 5,8%, ciclo combinado 12,3%, turbina de gas 1,9%, motores diésel 17,7%, enlace península a Baleares 21,1% y carbón 37,7%. Estas cifras no son sostenibles, por lo que la intención es aumentar la energía solar y la de residuos para 2020. Las nuevas paradas Smart de autobuses son también un ejemplo de algunos proyectos inteligentes implementados en la isla de Mallorca. Establecidos en lugares claves, estos facilitan a los visitantes informaciones pertinentes, Wi-Fi, paneles públicos interactivos y más, por lo que los destinos turísticos se hacen más accesibles. Otras oportunidades de sostenibilidad que disertaron al congreso comprenden: edificios modulares y maderables (que son fácilmente reutilizados y remodelados, y más diseñados para mínimas emisiones de anhídrido carbónico); infraestructuras para el agua; vivienda asequible; sistema de movilidad (cambio de la propiedad de los vehículos privados al transporte público y a la movilidad compartida); eficiencia energética (mejora de la calefacción / armado en edificios y cambio a iluminación y electrodomésticos eficientes).



En la ceremonia de clausura del congreso, Gabriel Barceló Milta, vicepresidente del Gobierno de las Islas Baleares, observó que proyectos como estos son las claves para que las islas y Europa vayan juntos hacia la cuarta revolución industrial. «Todo contribuye como el ‘grano de arena’, de las diferentes administraciones a las comunidades autónomas, de gobiernos a Europa y por supuesto hasta el sector privado, todos juntos crean la base para un mundo más inteligente». Él siguió: «Además tenemos que aprovechar las nuevas herramientas que nos pone a disposición la tecnología para mejorar la eficiencia del producto turístico ofrecido por las Islas Baleares. El fin es entender mejor cuales son las necesidades de nuestros clientes para conseguir una sostenibilidad total que no ponga en peligro nuestro patrimonio que incluye nuestra cultura, identidad y nuestro territorio».

Para resumir, los principales objetivos del Congreso Smart Island han sido: crear acceso transparente a los datos públicos para mejorar la respuesta a la demanda ciudadana; cartografiar las necesidades de energía para orientar la inversión verde; ‘poseer’ las calles (mapas tipo los de Google de patrones de tráfico para reducir la congestión y planear inversiones futuras); buscar autonomía sobre impuestos, gastos y préstamos; atraer inversiones y reclutar talentos migrantes. Promocionando un enfoque inteligente para nuestras islas, tenemos la oportunidad – en este mundo muy interconectado – de convertirnos en un modelo de mejores prácticas a través de los destinos globales. Esperamos que Ibiza también se mueva hacia este camino y que tanto los residentes como los visitantes puedan seguir disfrutando de este paraíso, mientras ayudan a preservar y cuidar esta preciosa isla de manera inteligente. •