La regularización catastral y registral
Por Armin Gutschick y Anja Sämann-Gutschick
Ya a finales de 2012, el Gobierno de España decidió actualizar las bases de datos del Catastro. Así, a los propietarios de bienes inmuebles en Ibiza se les brindó la posibilidad de poner al día los datos de sus propiedades en el catastro sin ser sancionados con una multa. Por ello, dicha regularización catastral también se denomina “amnistía catastral”. Esta regularización supone unos ingresos adicionales para los municipios en los que se encuentran los inmuebles cuyos datos se actualizan ya que el valor catastral, que es la base para el cálculo del IBI y de la Plusvalía, aumenta a causa de la misma.

Desde antes de iniciar el Gobierno el procedimiento de regularización catastral los propietarios tenían la obligación de comunicar al Catastro en un plazo de 2 meses cualquier alteración constructiva de sus inmuebles y, de este modo, actualizar los datos catastrales. En caso contrario podrían ser sancionados con una multa de hasta 6.000 €. El proceso de regularización no afecta simultáneamente a todo el territorio español, sino que se desarrolla según se vayan publicando las localidades seleccionadas en el BOE. En los municipios de Sant Josep y Sant Antoni ya se completó la regularización mientras que en los de Santa Eulària, Sant Joan y Eivissa aún está en proceso.

La regularización puede ser solicitada por el propio propietario del inmueble, en caso contrario será iniciada de oficio por el Catastro y el propietario recibirá la notificación correspondiente. Tendrá que abonar una tasa especial de 60 € por inmueble regularizado así como el IBI de los cuatro años precedentes calculado en función del valor catastral resultante de la revisión. Para iniciar voluntariamente el procedimiento, además de cumplimentar el modelo 906-N, el propietario tendrá que aportar los planos del inmueble y la memoria de calidades redactada por un técnico. Únicamente se podrán regularizar inmuebles construidos de forma legal. Por regla general, aquellas edificaciones que no cumplan con las normas de construcción no podrán acogerse a la regularización. Esto no es aplicable a los casos en los que la infracción de las normas de construcción haya prescrito y, por lo tanto, existan derechos adquiridos.
La regularización catastral no implica al Registro de la Propiedad, sin embargo, es aconsejable hacer inscribir las superficies que hasta entonces no estaban registradas. La rectificación de los datos de una finca registral se realiza mediante la presentación de una declaración de obra nueva. Se trata de inscribir en el Registro de la Propiedad las edificaciones existentes en la finca o las ampliaciones y modificaciones efectuadas en las mismas, haciendo constar una descripción detallada y el valor de las mismas. La inscripción se realiza basándose en una escritura pública de declaración de obra nueva otorgada ante notario. La declaración de obra nueva está sujeta al Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados que asciende al 1,2 % del valor escriturado.

La declaración de obra nueva tiene importancia legal por ejemplo en el caso de querer inscribir un usufructo sobre un inmueble, cosa que solo puede hacerse si la edificación en cuestión consta en el Registro de la Propiedad. También tiene un gran significado práctico a la hora de financiar la compra de un inmueble con una hipoteca ya que, como regla general, los bancos españoles solo conceden un crédito si el edificio que se quiere hipotecar está inscrito correctamente en el Registro de la Propiedad.
En definitiva, la regularización catastral brinda a muchos propietarios de inmuebles en Ibiza una oportunidad excelente para poner al día los datos catastrales y registrales de su propiedad. •