Rindiendo homenaje a Ibiza
Por Cat Weisweiller
IbiCASA se alegra mucho de haber podido encontrarse con la conocida fotógrafa Ines Schramm, residente de la isla, para comentar su aclamado libro titulado “Chiefs, Queens, Witches and a Girl from San Juan“ (Jefes, reinas, brujas y una chica de San Juan).
Ines, originaria de Münster, pasó parte de su vida en Hamburgo y Munich. Siendo nieta de una fotógrafa e hija de un arquitecto, su juventud naturalmente estuvo imbuida de creatividad. Ella misma se sumergió en la fotografía a una edad muy temprana y fue aprendiz durante tres años bajo la talentosa mirada del muy aclamado fotógrafo Hans Eick.
Tras una breve historia de amor de dos años con Ibiza a principios de los 80, volvió a Alemania a establecer firmemente su carrera como fotógrafa. Desde allí concentró su tiempo sobre todo en hacer reportajes, viajando por todo el mundo y contribuyendo de forma regular a las principales revistas alemanas como Wiener, Zeit Magazin, Stern y SZ Magazin. En 1992 se tomó un tiempo sabático para poder dedicarse enteramente a la educación de sus dos hijos.
En el año 2000, Ines se embarcó con seguridad en un nuevo viaje hacia la fotografía. Favoreciendo la colaboración, para no caer en la tendencia al aislamiento que con frecuencia implica la fotografía, Ines unió fuerzas con una amiga y reputada artista del maquillaje, Katharina Michel, y juntas lanzaron “Photokinder”. Su objetivo era fotografiar a niños-modelo para editoriales y campañas comerciales. Los éxitos de su empresa incluyeron, entre otros, a la revista Eltern y una campaña muy importante para Lego.

En 2008, Ines no podía resistir por más tiempo la atracción de Ibiza, y se instaló aquí con sus dos hijos y su marido Niko. Inmediatamente le impactó la libertad que ofrecía Ibiza, en gran contraste con el régimen de trabajo comercial y casi opresivo al que se había acostumbrado en Alemania. Fue precisamente esta libertad y su amor por Ibiza lo que la llevaron de forma orgánica a empezar a explorar y a capturar la isla con su cámara. Poco podía saber que ésta corriente de consciencia pictórica acabaría emergiendo como publicación fotográfica internacional.

El libro resultante, publicado por Kerber en castellano, alemán e inglés, está dividido en siete capítulos, cada uno con unos breves textos seguidos de imágenes. Ines deseaba dejar todas las imágenes abiertas a la interpretación personal del observador, haciendo que el viaje de visionar este libro fuera uno de espíritu colaborativo. El capítulo uno se titula “Cala Nova” y muestra a turistas de todas partes del mundo. El capítulo dos, uno de mis favoritos, va sobre lavandería. Sí, lo has leído bien. Es importante señalar que ninguna de estas fotos fue “decorada” ni montada y que, en un ejercicio de verdadero arte de observación, dicen muchísimo de los propietarios de las cosas colgadas en sus tendederos. Nunca ha sido más acertada la antigua frase: «Una imagen vale más que mil palabras».

El capítulo tres (algo controvertido y sin embargo necesario para mostrar la verdadera esencia de Ibiza) se titula “Matanza”. En él, la ritual matanza del cerdo podría resultar una visión incómoda para algunas personas y, sin embargo, su lugar clave en el legado de Ibiza es irrefutable. El capítulo cuatro nos lleva a la más reconfortante historia de la “Casa de Luz”. Este capítulo habla de un lord inglés que cede su propiedad abandonada en una colina a gentes diversas (sobre todo hippies) que buscan refugio. Dejó su casa abierta a su cuidado y desarrollo atento y creativo durante treinta años, hasta que volvió a Ibiza y humildemente la recuperó hace un par de años. Su nombre, Casa de Luz, fue acuñado por la gente local al ver su famoso paseo, alumbrado con velas, que llevaba a las fiestas que siempre se sucedían más arriba.

El capítulo cinco, “Chiefs & Queens” (Jefes y Reinas), muestra a la “colorida tribu” de extranjeros residentes que, agradecidos, bañan la isla con su música, creatividad y formas de vida alternativas. El capítulo seis, “The Forgotten” (Los Olvidados), nos lleva hacia los edificios, interiores y paisajes ibicencos en sus formas más sencillas, seduciéndonos suavemente hacia el emotivo capítulo final: “Margalida”. Es aquí donde Ines ha capturado con maestría el corazón mismo de Ibiza, recordando incluso a los más veteranos extranjeros en la isla que tal vez hayan relegado prematuramente al pasado la idea de la vida payesa. Aquí, maravillosas ancianas ataviadas de forma tradicional abren ante el objetivo sus asombrosamente sencillas casas y sus vidas rudimentarias, recordándonos que esto aún es Ibiza hoy y no solo forma parte del pasado. Las imágenes son duras pero, como asegura Ines en su libro, la belleza de ello es que estas perlas de Ibiza a menudo viven de forma tan simple por elección, ya que habitan de hecho en grandes propiedades de valor incalculable.

El libro, maquetado por el artista y residente local Joel Rice, ilustra que Ines comparte la visión de tantas otras personas que somos periodistas, cinematógrafos, fotógrafos y artistas: mostrar la verdadera naturaleza de Ibiza y, al hacerlo, contribuir a extraerla de las cadenas de su distorsionada reputación como un lugar donde tan solo hay lujo, discotecas y drogas. Sin embargo, dice mucho de Ines el que ya haya hecho algo al respecto, y con gran aplomo. Hasta tal punto que tanto residentes como publicaciones locales alaban el que no solo haya mostrado la isla bajo una mirada refrescantemente auténtica, sino que además haya aportado al verdadero espíritu original ibicenco y sus habitantes un renovado sentido de orgullo y reconocimiento. Como voz extranjera residente poco escuchada hasta ahora, Ines ha reiterado una firme declaración de respeto y aprecio por la isla en nombre de todos nosotros… •