EDICIÓN: Abril - Junio 2015

TUS SIETE CHAKRAS PRINCIPALES

Por Jerry Brownstein
Según la antigua tradición védica de la India, tu cuerpo tiene siete centros energéticos principales, localizados desde la base de tu columna hasta la coronilla. Estos vórtices giratorios se llaman chakras y su función es recibir, asimilar y activar tu energía vital. Cada uno se asocia con un color específico y tiene el rol único de mantener la vitalidad en todos los aspectos de tu ser: mente, cuerpo y espíritu. Resulta esencial que los chakras individuales se mantengan limpios y despejados, y cuando el sistema entero de los chakras trabaja en conjunto de forma armónica, se crea un equilibrio de salud y felicidad. Recorramos tu cuerpo para ver dónde se localizan estos chakras y qué energías representan.
 
Comenzando por la base de la espina dorsal, visualizamos el color rojo que rodea al CHAKRA RAÍZ. Esta es la fuente de nuestras necesidades más básicas para la supervivencia y la sensación de pertenencia. Representa nuestra conexión con la tierra y con el sentimiento de estar enraizado. Cuando este chakra está limpio y la energía fluye a través de él libremente, nos sentimos seguros y confiados.


 
Subiendo por el cuerpo hasta justo bajo el ombligo encontramos el CHAKRA SACRAL y su color naranja brillante. Este es el centro de tu sensualidad, creatividad y sexualidad. Es donde sientes el verdadero placer y la habilidad de explorar nuevas experiencias. Cuando esta energía es fuerte, aviva la fuerza creativa que te permite vivir tu pasión.
 
Ahora imagina el espacio justo por encima de tu ombligo y siente el profundo color amarillo del sol, que se asocia con el CHAKRA DEL PLEXO SOLAR. Es aquí donde experimentas tu presencia en el mundo… tu sensación de valor propio que traduce tus intenciones y deseos en manifestaciones. Cuando este chakra está abierto y fuerte, eres capaz de utilizar tu poder personal para lograr objetivos nobles.


 
Traemos nuestra atención al centro del pecho y experimentamos el color verde esmeralda del CHAKRA DEL CORAZÓN. Aquí sentimos las energías unificadoras del amor y la compasión que nos aportan paz interior. Este es el hogar de tu alma, y mantenerlo abierto y en armonía te permite traer tu energía de amor verdadero al mundo. El Chakra del Corazón es también el puente entre los tres chakras “inferiores” y los tres chakras “superiores”.
 
Una vez más ascendemos y llegando al cuello nos encontramos inmersos en el color azul real del CHAKRA DE LA GARGANTA. Este es el centro de nuestra habilidad para comunicarnos, no solo a través del poder de la palabra hablada, sino en todas las formas de expresión: escribir, cantar, pintar, bailar, etc. Cuando este chakra está abierto y fluye podemos expresar nuestra verdad con confianza y elocuencia.


 
El CHAKRA DEL TERCER OJO se encuentra entre las cejas y brilla con el color intenso del índigo. La Intuición, la Imaginación y la Inspiración se derivan todas de ese poderoso centro energético. Cuando es fuerte y está equilibrado, podemos mirar hacia muy adentro, más allá de la mente superficial, para descubrir las comprensiones que nos llevan a un nivel más elevado de entendimiento.
 
Finalmente llegamos al CHAKRA DE LA CORONILLA, en lo más alto de la cabeza. El color que emana de este chakra es un tono etéreo del violeta, a veces mezclado con un blanco brillante o plata. Esta es tu conexión con tu yo superior… y a través de ese ser superior, con la vibración del Espíritu que nos conecta con todas las cosas. Cuando este chakra está limpio y despejado nos permite expandir nuestra conciencia y sentir la dicha de la unidad.
 
Una práctica poderosa que activa cada uno de estos chakras principales consiste en una sencilla meditación guiada. Cierra los ojos… observa tu respiración… silencia tu mente. Encuentra un espacio de paz en tu interior, y empieza a concentrarte en tu Chakra Raíz, en la base de tu espina dorsal. Visualízalo rodeado del color rojo. Cada vez que inspiras el color se vuelve más fuerte y potente, al entrar la energía vital en ese chakra. Al expirar el chakra se limpia y despeja con el poder de tu aliento. Tras unas cuantas respiraciones, sentirás la energía que palpita a través del chakra raíz… y entonces es momento de llevar tu atención al siguiente… el Chakra Sacral y su color naranja. Continúa siguiendo el mismo método, utilizando tu respiración y tu visión interna para activar, limpiar y despejar todos los siete chakras principales al ascender por el centro de tu cuerpo. Al final de la meditación, tómate unos momentos para sentir los siete centros energéticos trabajando juntos en armonía.


 
Hacer esta meditación como práctica diaria promueve el bienestar físico y emocional al permitir que tus energías vitales fluyan libremente. Puedes profundizar en esta práctica enfocándote en los sentimientos que se asocian con cada chakra: seguridad y sensación de pertenencia anclados en el Chakra Raíz… creatividad y sensualidad fluyendo desde el Chakra Sacral… reflejos de tu lugar en el mundo en el Chakra del Plexo Solar… flotando en la energía del Amor que rodea al Chakra del Corazón… expresando tu verdad a través del Chakra de la Garganta… explorando la visión y la intuición en el Chakra del Tercer Ojo… conectando con las dimensiones más elevadas del Chakra de la Coronilla.