Colaboración entre fincas locales ecológicas
Por Cat Weisweiller
A partir del 30 de abril, dos de las fincas ecológicas más significativas de la isla, Can Parades y Can Muson, van a sumar fuerzas. ibiCASA ha aprovechado para visitar a ambas y charlar sobre esta próxima y prometedora colaboración.
Toni Riera Tur de Can Parades, en San Miguel, es ibicenco de pura cepa. Logró expandir el terreno que rodea la casa en la que creció, y donde todavía vive, desde un modesto huerto familiar hasta las amplias extensiones de terreno cultivado que cuida amorosamente hoy día. Todo este producto cumple con los estándares ecológicos, lo que significa no utilizar fertilizantes, pesticidas, transgénicos ni radiación.
Durante su anterior carrera como comercial, la idea de ser agricultor ecológico no podía estar más alejada de su mente. Esto es, hasta que su ex-pareja Karen apareció, recién venida de su tierra natal, EEUU, trayendo consigo la excitación por el novedoso concepto del producto ecológico. Toni rápidamente adoptó también el concepto y se ha dedicado a la agricultura ecológica desde entonces, sirviendo sobre todo a clientes extranjeros por toda la isla. Diez años después, en sus apreciados días de mercado (los martes y los sábados por la mañana), una media de 100 personas entran por la puerta semanalmente. Como resultado, es conocido por su cercanía y afinidad con sus clientes y por sus acertadas iniciativas cooperativas, incluyendo un programa de inversión mutuamente beneficioso a través del cual sus clientes fueron invitados a financiar la compra de gallinas, viñedos y frutales, a cambio de recibir producto fresco por el valor de su inversión.

Sin embargo, Toni, que vive con sus padres, compañera y dos hijos pequeños (de dos y cinco años), recientemente ha tomado la liberadora decisión de simplificar su vida y dedicar más tiempo a su familia, por no hablar de su gran pasión: la navegación. «Llevo 13 años trabajando seis días por semana. Es hora de darle prioridad a mi vida doméstica». Para lograrlo, abrirá las puertas de su tienda en la granja por última vez el martes 29 de abril. Pero, ¿qué sucederá con su fiel clientela a partir de ahí?
Pues es el momento de María Marí Colomar de Can Muson. Toni cultivará sus verduras y frutas con el mismo mimo de siempre, pero se las llevará a María para que las distribuya y las venda con el apoyo de Karen. Sus clientes recibirán los mismos productos, condiciones y precios de antes, además de poder disfrutar del acceso a muchos más productos, incluyendo carne, queso, mermeladas, pan, galletas, vino y hierbas, todos ellos ecológicos, que ofrece María. Como presidenta de la Asociación de Productores de Agricultura Ecológica de la isla, y totalmente certificada como productora ecológica (lo que la somete a exigentes inspecciones semestrales), no hay duda de que María es una anfitriona ideal para los fieles seguidores de Toni de Can Parades. Los animales que venden para carne ecológica son todos de orígen 100% ibicenco, y reconocidos como perteneciente a variedades locales ancestrales de la isla. Esto hace que la carne sea mucho más sabrosa y sana, mientras se apoya y conserva enormemente la producción local.

Al igual que en el caso de Toni, el camino de María hacia la agricultura ecológica fue inesperado. Nacida y criada también en la isla, durante años se dedicó a la decoración de interiores desde una tienda en Santa Eulalia. En un profético día, un hombre que visitaba su tienda le sugirió que le acompañara ese mismo día a un curso sobre cultivo de verduras ecológicas. Totalmente desinteresada en estos temas, respondió con asombro: «¿Pero por qué haría yo eso? ¿A mí qué me va a aportar?» La respuesta fue sencilla: «Escucha». Se fue a casa, se lo pensó y se dio cuenta de que “escuchar” era una petición bastante simple y suficiente como para despertar su curiosidad. Y así se encontró yendo al curso ese día, en un breve momento que cambiaría el curso del resto de su vida. Le emocionaron las personas que conoció allí, pues eran tranquilas y agradables, de alguna forma muy distintas a los clientes con los que había tratado durante tantos años, que siempre andaban con prisas y a veces de forma agresiva. Se fue del curso pensando: «¿Por qué no cambiar mi vida para frecuentar a este tipo de gente todo el tiempo?» Poco después, le entregó el negocio a uno de sus tres hijos adultos, y dedicó su vida a estar en casa, tener animales y plantar productos ecológicos.

Seis años después, Can Muson está en constante expansión. Localizado a las afueras de Santa Eulalia, hace tiempo que vende productos ecológicos de miércoles a domingo, desde las 11h hasta las 18h, además de ofrecer visitas guiadas a la granja e inspiradores talleres para niños y adultos por igual. María siente el impulso de compartir su absoluta pasión y su conocimiento, al igual que lo recibió ella de forma tan fortuita. Supone una alegría adicional saber que los clientes de Can Parades podrán disfrutar de los mismos productos que antes, que María podrá ampliar su alcance motivando a más personas, y que Toni podrá cumplir finalmente su sueño de tener un merecido tiempo para sí mismo. Toda una colaboración en beneficio de todos, sin duda. •