EDICIÓN: Octubre - Diciembre 2013

Pequeños cambios para GRANDES resultados

Por Ruth Osborn
Existen muchos pequeños cambios que podemos hacer en nuestras vidas que tendrán un gran efecto en nuestra salud y bienestar generales. A continuación tienes algunas sugerencias. Intégralas en tu rutina diaria poco a poco. Comienza con la que te llame más la atención y ponla en práctica durante una semana. Si te sienta bien, continúa y antes de que te des cuenta se habrá convertido en parte de tu rutina y la realizarás sin pensar en ella. En ese momento estarás listo para escoger otra sobre la cual trabajar. Dar pequeños pasos como este nos puede ayudar a desarrollar hábitos positivos que se conviertan en una segunda naturaleza, como cuando nos lavamos nuestros dientes.

1) Respira antes de comer
Dedica unos pocos minutos antes de que vayas a comer (o a beber) para simplemente parar y respirar (haz al menos tres respiraciones largas y profundas). Respirar relaja el sistema nervioso del cuerpo. Si estás estresado y corriendo por ahí, parar te ayudará a cambiar del modo “defensa o escape” al modo “descanso y asimilación”. Quizás te proporcione también el tiempo para pensar dos veces sobre lo que vas a consumir en ese momento. Baja el ritmo y disfruta realmente de lo que comes.

2) Mastica la comida
Masticar la comida apropiadamente está directamente relacionado con la buena salud. La digestión comienza en la boca y la acción de masticar pone en marcha el resto del sistema digestivo. Masticando la comida de manera adecuada, ayudamos a nuestros cuerpos a digerirla más fácilmente. También logramos más satisfacción y podemos saborear nuestra comida si la masticamos durante más tiempo, antes que engullirla en un par de bocados. Tómate el tiempo para saborear los aromas de cada bocado, masticando hasta que la comida esté completamente descompuesta y estés saboreando y disfrutando lo que comes. Comer más lentamente también da al cuerpo tiempo para percibir cuándo está lleno, con lo que tienes menos posibilidades de comer en exceso.



3) Come al menos una de tus comidas diarias sin distraerte
Esto es parte de comer conscientemente, enfocando completamente tu atención en lo que estás comiendo, en cómo lo estás comiendo y en disfrutar de tu comida. Comer sin distracción significa apagar tu ordenador portátil o la televisión, dejar de lado tu móvil, revista o libro durante media hora, mientras tu atención está totalmente en la tarea emprendida, comer. De esta manera, disfrutarás más de tu comida y tendrás menos posibilidades de comer excesivamente.

4) Bebe solo agua, té verde e infusiones
Todos sabemos que el agua es esencial para que nuestra salud sea buena. ¡Los refrescos con gas y con azúcar no lo son! Podemos realmente mejorar la salud eliminando bebidas que contengan calorías y si tienes como objetivo perder peso, ello te puede realmente ayudar. Si necesitas una dosis de cafeína por la mañana, prueba el té verde que alberga una completa gama de beneficiosas propiedades para la salud. Si no te gusta el sabor del agua, sé creativo y pon trozos de naranja, limón, lima, jengibre o menta para añadir sabor. En un día caluroso, tomar agua fría mineral con gas con zumo fresco de limón exprimido. Es deliciosamente refrescante. Y recuerda que las bebidas carbonatadas, zumos de frutas y el alcohol no son una opción. ¡Toma agua, infusiones o té verde aunque solo sea por una semana!



5) Rellena la mitad de tu plato de comida o cena con verduras frescas multicolores
Tomar más verduras frescas en tu dieta diaria dará a tu cuerpo muchas de las vitaminas esenciales, minerales, fito y micronutrientes que necesita cada día. Una gran ensalada de hojas verdes con vegetales multicolores constituye un portento nutricional o si prefieres verduras cocinadas, cuece ligeramente al vapor una selección multicolor de tus favoritas. Sé creativo y espolvorea una cucharada sopera de semillas o nueces para que sea crujiente. Aliña con un poco de aceite de oliva o de nuez y condimenta con especies para realzar los sabores. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!

Espero que esto inspire algún cambio positivo en los hábitos de comida y que coseches los beneficios, ¡de forma que te sientas más vibrantemente tú! •