El tema de la luz, por ejemplo, es un tema muy subestimado y al que a menudo se le atribuye muy poca importancia. Un proyecto maravilloso, si está mal iluminado, cambia de apariencia, pierde intensidad. Por ello, el tema de la iluminación no solo concierne al equipamiento de iluminación y la intensidad de la luz artificial sino también y sobre todo al reflejo que tiene la luz sobre los elementos arquitectónicos y las texturas. Las luces artificiales deben poder interactuar con la luz natural, los reflejos de los atardeceres son regalos de la naturaleza que pueden dar nueva vida a la arquitectura. El mismo resultado se puede lograr con luces artificiales para iluminar las formas en la noche.